Un ciclo que cierra con dignidad: la resiliencia docente como baluarte ante los desafíos del rezago educativo

 Mónica Liliana Pérez Cancino

 Jefa de Enseñanza /Chiapas

 04 de Julio del 2025

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El cierre de un ciclo escolar es siempre un momento propicio para reflexionar, renovar nuestras esperanzas y los compromisos que tenemos con la educación de las y los estudiantes.

Estamos por concluir el ciclo escolar 2024-2025 que nos ha dejado grandes aprendizajes, desafíos y, sobre todo, enormes muestras de resiliencia por parte del personal docente de las escuelas secundarias federalizadas de la zona costa fronteriza de Chiapas, una región con una importante movilidad migrante y diversidad cultural.

Ahí, he sido testigo del esfuerzo cotidiano que día a día realizan quienes enseñan, muchas veces en condiciones adversas, para seguir acompañando, formando y creyendo en las y los estudiantes.

Este ciclo ha estado lleno de retos. Las secuelas del rezago educativo, que se agudizó en años anteriores, aún son evidentes. Las brechas de aprendizaje siguen siendo un reto cotidiano, pero también tenemos claro algo que reconforta: el compromiso incansable del magisterio.

He visto a quienes enseñan, quedarse después del horario escolar para reforzar contenidos, organizar círculos de lectura con sus propios recursos, crear materiales adaptados a las necesidades de sus grupos, y sobre todo, preocuparse por las necesidades socioemocionales de las y los estudiantes, reconociendo que la enseñanza es, ante todo, un acto profundamente humano. 

La resiliencia del personal docente no es solo un discurso: es una práctica cotidiana. A pesar de la falta de infraestructura en algunas escuelas, del acceso limitado a tecnologías o del contexto social complejo que viven muchas familias, las y los docentes hacen su mayor esfuerzo. Han demostrado que la educación puede seguir siendo un espacio de esperanza, una oportunidad de transformación real.

A lo largo de este ciclo escolar que está por concluir, se observa un esfuerzo incansable de directivos, docentes, madres, padres y, por supuesto, de niñas, niños y adolescentes que han afrontado este ciclo escolar con una admirable resiliencia.

El fin de ciclo escolar no debe verse como un punto final, sino como una pausa activa para reflexionar en lo que sigue. El personal educativo necesita recuperar fuerzas, reconectar con sus afectos, con su salud física y emocional.

El receso escolar es una oportunidad para reflexionar sobre las diversas estrategias, desde la empatía, para seguir sembrando semillas de aprendizaje. De cara al próximo ciclo escolar nuestras expectativas giran en torno a fortalecer la inclusión y mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje.

Desde nuestra función como figuras de acompañamiento académico, podemos fomentar estrategias que permitan a las y los estudiantes llegar con entusiasmo al ciclo escolar 2025-2026.

Lecturas en familia, juegos con propósito educativo, clubes de verano impulsados por las escuelas o las comunidades, actividades artísticas o recreativas que estimulen el pensamiento crítico, la empatía y la creatividad. No se trata de saturar, sino de fomentar la curiosidad por aprender, de hacer que las y los estudiantes encuentren el conocimiento también fuera del aula.

Al mirar hacia el próximo ciclo escolar, lo hacemos con esperanza. Sabemos que los retos continuarán, pero también sabemos que contamos con una comunidad educativa valiente, creativa y profundamente comprometida. Nuestro deber será seguir acompañando, escuchando y creyendo en quienes todos los días sostienen la escuela pública: sus docentes.

A todas y todos quienes educan gracias por no rendirse, por resistir y por enseñar con el alma. Que este cierre de ciclo nos recuerde que la educación no se detiene, y que la dignidad y el amor por compartir el saber seguirán guiándonos hacia un futuro más justo y humano. 

Mónica Liliana Pérez Cancino

 Jefa de Enseñanza /Chiapas

Es licenciada en Derecho, con Maestría en Ciencias de la Educación con Formación en Docencia e Investigación Educativa y Doctorado en Educación. Actualmente se desempeña como Jefa de Enseñanza de las Escuelas Secundarias Generales Federalizadas de la Zona Escolar 04 en el Estado de Chiapas. Su trayectoria profesional la ha desarrollado principalmente en el ámbito educativo, especialmente en el nivel secundaria, como docente en las disciplinas de Historia, Geografía y Formación Cívica y Ética. También ha sido directora escolar, lo que fortaleció su visión sobre liderazgo académico y el trabajo colaborativo con docentes, estudiantes, padres y madres de familia. Ha participado como ponente en cursos y talleres dirigidos a directivos y docentes sobre responsabilidades administrativas y temas vinculados con la gestión educativa.
También ha combinado su formación jurídica con el compromiso por los derechos humanos, participando y colaborado como asesora jurídica del colectivo M40, dedicado al acompañamiento de maestras víctimas de violencia en el ámbito escolar.

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