Banderas rojas de tu relación

La violencia en todas sus manifestaciones históricamente ha sido normalizada y actualmente sigue permeando en todos los contextos (desafortunadamente incluyendo el escolar).

Muestra de ello son algunas frases que promueven interacciones desiguales y luchas de poder, tales como “la generación de cristal” o “sobrevive el más fuerte”. Estas interacciones, presentes entre toda la comunidad escolar (estudiantes, docentes y familias) reflejan y reproducen una cultura de maltrato arraigada en lo social, político y cultural.

La escuela, como espacio clave de socialización y desarrollo integral, tiene la posibilidad y responsabilidad de promover conductas basadas en el buentrato y el diálogo para fomentar relaciones saludables y prevenir la violencia.

Dentro de las relaciones en las interacciones del contexto escolar, en etapas de primaria alta, secundaria y preparatoria, las relaciones de noviazgo adolescentes son normales. Como maestras y psicólogas escolares en estos niveles educativos, hemos sido testigas de que estas relaciones y vínculos suelen reprimirse. Por ello es necesario acompañar a las y los jóvenes en el desarrollo de habilidades para construir vínculos respetuosos, pues ignorar estas relaciones perpetúa la violencia, y desaprovechamos la oportunidad de cambiar paradigmas culturales. 

En este sentido y en alianza con Mexicanos Primero y Fundación Naná hemos desarrollado la herramienta “Las banderas rojas de tu relación”, un cuestionario autoaplicable que busca promover la reflexión y prevención de la violencia en las relaciones de parejas adolescentes.

El cuestionario permite a las estudiantes identificar el nivel de violencia que sufren, mediante afirmaciones sobre cinco tipos de violencia: física, psicológica, digital, económica y sexual.

Como maestras en psicología escolar, revisamos exhaustivamente literatura y material documental, realizamos un piloteo de las afirmaciones para la adecuación de un lenguaje coloquial y la revisión con adolescentes para asegurar su claridad.

El instrumento está acompañado de una guía dirigida a actores escolares y sociales, ofrece pautas de acompañamiento, autocuidado y recursos institucionales. El formato es amigable, para generar una puntuación que permite reflexionar sobre el nivel de violencia (inicial, alarmante y grave) y las acciones a seguir, facilitando el acceso a apoyo adecuado.

Esta herramienta para detectar la violencia en el noviazgo escolar para adolescentes es de suma importancia porque permite la prevención temprana en esta etapa de desarrollo en la que inician las relaciones románticas, erótico-sexuales y afectivas.

Identificar señales de violencia en una etapa inicial permite intervenir antes de que las situaciones escalen, evitando daños físicos, emocionales y psicológicos más graves. Ayuda a las y los adolescentes a reconocer comportamientos violentos en sus relaciones.

Tener una detección inicial es la base para promover la atención, la búsqueda de ayuda, el cuestionamiento de creencias, la deconstrucción del amor romántico y la normalización de la violencia.

Detectar a tiempo salva vidas, sobre todo en el caso de la violencia en el noviazgo, que tiene sus causas en la violencia de género que predomina en un país feminicida, patriarcal y heteronormativo como México.

La violencia tiende a escalar, yendo de manifestaciones poco perceptibles o normalizadas y concluyendo con feminicidio. Por eso al darse cuenta de la violencia que se sufre o se ejerce, pueden iniciarse acciones para el cuidado de la salud mental, ya que la violencia en el noviazgo puede tener consecuencias negativas a largo plazo, como ansiedad, depresión y baja autoestima. Detectarla y abordarla a tiempo protege el bienestar emocional de las y los adolescentes.

Además, en el contexto escolar, esta herramienta de detección puede contribuir a que las maestras, maestros, directivos y familias se enfoquen en crear un ambiente seguro y solidario en el cuidado de las adolescencias.

Detectar la violencia en el noviazgo también abre la puerta para iniciar programas para el desarrollo de habilidades socioemocionales como la comunicación asertiva, la resolución de conflictos y la regulación de emociones.

Las relaciones que las y los adolescentes forman en esta etapa sientan las bases de sus relaciones adultas. Abordar patrones de violencia desde ahora puede ayudar a romper ciclos intergeneracionales de maltrato.

Finalmente, se contribuye al cumplimiento de los derechos humanos: las y los adolescentes tienen derecho a vivir libres de violencia. Contar con herramientas de detección es el primer paso para garantizar su protección y exige a las comunidades educativas y las autoridades a actuar para defender estos derechos.

Aquí puedes descargar el estudio completo: “Violencia en el Noviazgo en el entorno Escolar” https://shorturl.at/CDlY4
Aquí puedes descargar la Guía para Docentes “Violencia en el Noviazgo en el entorno Escolar”
https://www.mexicanosprimero.org/pdf/investigaciones/GuiaViolenciaNoviazgo_ParaDocentes.pdf