Cuatro años de nada

 Héctor Manilla García

 Tehuacán, Puebla

 12/03/2024

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Anapau, como cariñosamente todos le decimos, es una jovencita con una personalidad tan peculiar y llamativa que no le es indiferente a nadie. Ella fue alumna de la Escuela Primaria Libertad ubicada en una localidad de la calurosa región de Tehuacán, Puebla.

Cuando estaba en la Primaria, sobresalía por su carisma, su facilidad para hacer amigos y se ganaba el corazón de sus maestros por siempre estar atenta a las actividades, a pesar de que muchas veces se le dificultaran.

Sus compañeros eran sensibles ante el tema de su Discapacidad Motriz y como cualquier otro estudiante, contaba con su red de apoyo que la ayudaban en las actividades escolares que más le presentaban un reto como la lectura y la escritura. Sus compañeros la apoyaban con su silla de ruedas, le abrían espacio para que pudiera moverse con mayor facilidad y se mostraban siempre respetuosos ante su condición.

En su tiempo la Docente de Apoyo de USAER, la Maestra Lau, apoyó y orientó todo su proceso de atención educativa para lograr que Anapau lograra avances en sus aprendizajes, en su participación y en sus habilidades adaptativas. También, el área de Trabajo Social a cargo de la Lic. Lucia, identificó el gusto que tenía Anapau por las manualidades y con ella se trabajó en la creación de atrapasueños, pintura en tela y pulseras, actividades por las que tenía un gran gusto y talento. Año con año perfeccionó sus técnicas y fuimos testigos de la felicidad que le generaba esta actividad.

En el año 2020 Anapau terminó su Educación Primaria, con felicidad y un gran orgullo su familia, compañeros y maestros vimos partir a una adolescente con un anhelo de un gran futuro, futuro que no llegó.

Cuando llegó el momento de ir a la secundaria, su familia decidió no inscribirla por temor al rechazo y a la discriminación que sufriría y porque la escuela no contaba con el servicio de USAER, osea, a los ojos de su familia, la escuela carecía de “maestros especialistas”. La condición de Anapau no le permitía tener control de esfínteres y eso causó un gran temor en su familia pues las burlas que se pudieran generar, dañarían la salud emocional de su hija.  

Como director de USAER, he podido conocer a cientos de estudiantes con discapacidad, he tenido la oportunidad de platicar con decenas de familias, asesorar y trabajar con muchas maestras y maestros. Año con año hay una pregunta que no es fácil responder: ¿Qué pasa con los estudiantes que reciben el apoyo de USAER cuando nuestras condiciones no nos permiten continuar brindando la atención o el acompañamiento?

Hoy se cumplen cuatro años desde que Anapau dejó de recibir educación porque su familia no logró encontrar un lugar seguro para su hija. Cuatro años que le ha fallado el sistema educativo que no tiene la capacidad en número de personal para atender la demanda de educación especial para todos los niveles educativos. Cuatro años que le ha fallado la política pública educativa, al establecer leyes que por las características contextuales son difíciles de poner en marcha. Cuatro años en los que el gran talento y personalidad de Anapau se encuentran detenidos en el tiempo, entre las cuatro paredes de su habitación.

En este mes de la reivindicación de las mujeres, recordemos a todas aquellas que quedan olvidadas, que además de ser mujeres, viven con discapacidad. Hagamos conciencia de que como mujeres se encuentran en lucha constante por sus derechos, y al ser mujeres con Discapacidad el reto es doble. Es nuestro deber visibilizarlas y trabajar con, por y para ellas.

El reto de garantizar una educación inclusiva lo tenemos de frente. Hoy no necesitamos más maestros “regulares” ni más maestros “especiales”, necesitamos más maestras y maestros por la inclusión, que hagan frente a las barreras para el aprendizaje y la participación que están en nuestros contextos y coexisten con nuestros estudiantes.

Hoy más que nunca la educación inclusiva es una tarea de todas y todos.  

Héctor Manilla García

Tehuacán, Puebla


El Mtro. Héctor Manilla García, cuenta con 13 años al servicio de la educación, tiene como formación académica la Licenciatura en Educación Especial y la Maestría en Gestión Educativa. Ha desempeñado funciones como docente de grupo en Centros de Atención Múltiple, Maestro de Comunicación y Lenguaje, Técnico Docente, Asesor Técnico Pedagógico en la Secretaría de Educación Pública del Estado de Puebla y actualmente se desempeña como director de la Unidad de Servicios de Apoyo a la Educación Regular Número 89 y Asesor Técnico de la Zona Escolar 31 de Educación Especial. Es catedrático en diferentes universidades y es co-fundador del Centro de Orientación Psicológica y Educativa de Tehuacán. Fue galardonado con el Premio ABC 2019 “Maestros de los que Aprendemos”.

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