“La Hidra de Lerna poseía la cualidad de que era capaz de regenerarse, es decir, cuando alguien cortaba una de sus feroces cabezas llena de colmillos y dientes afilados en lugar de morir desangrada, salía otra nueva temible cabeza e incluso cabezas a pares. Luchar contra la hidra era una batalla sin final.”
Los doce trabajos de Hércules (mito griego) 

Era el año 2001, comenzaba mi primer ciclo de trabajo docente, en esa ocasión con un interinato en una escuela vespertina, 32 estudiantes, uno de ellos, Miguel, quien cursaba el sexto grado de primaria, él estaba por cumplir los 16 años de edad y ya contaba con un trabajo como ayudante de chofer de taxivan, por lo cual eran constantes sus inasistencias y su falta de actividades escolares, en ese entonces se manejaba como un alumno desfasado. Al final del ciclo escolar, después de muchos esfuerzos, de la escuela, del trabajo docente y, sobre todo de él, pudo graduarse, después, supe que se había ido a Estados Unidos a trabajar.

Han pasado veintitrés años desde mis inicios como docente, sin embargo, de manera religiosa, sin falta, en cada ciclo escolar detecto alumnas y alumnos que se encuentran, como ahora se maneja, en riesgo de rezago, pues las reformas educativas han modificado algunas cuestiones para que no se sigan presentando los desfases en edad escolar. Así, Lupita, Aidé, Víctor, Raúl, Jairo, Araceli… más nombres van sumándose a la lista y cada año se lucha contra todos los factores que impiden que estos alumnos y alumnas puedan estar en un nivel esperado de desarrollo y este problema se agrava conforme se avanza en las siguientes fases escolares.

El rezago educativo, entendiéndose como que no se ha cumplido con los objetivos de aprendizaje esperados para el nivel de desarrollo, sigue siendo una constante en las aulas educativas de la gran mayoría de las escuelas de México. Las causas son múltiples, obedecen a causas externas a la escuela, como el contexto comunitario, familiar, el nivel socioeconómico, etc. Encontramos también causas internas, relacionadas principalmente a factores académicos y pedagógicos.

En el epígrafe del texto cito un fragmento de los trabajos de Hércules, es la analogía que me viene al momento de hablar de rezago educativo, es un monstruo con el que se lucha incansablemente cada día en las aulas escolares. Los y las docentes usamos miles de estrategias para combatir esas cabezas, nuestras principales armas para combatirla: fortalecimiento de los trayectos formativos, las adecuaciones curriculares, la sistematización, el aprendizaje entre pares para buscar y diseñar las estrategias que nos ayuden a enfrentar este problema; la creación en colectivo del Programa Escolar de Mejora Educativa, el diseño de los planes individuales, el uso de la evaluación integral como una herramienta para abatir el rezago educativo, el integrar el error como parte del aprendizaje y sobre todo el generar espacios para la atención de los y las estudiantes que más nos necesitan.

La educación tiene un elemento utópico, en el que se busca que en algún momento todos los niños y niñas tengan un acceso a una educación de calidad, la meta es cumplir lo que dicta el artículo 3 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que establece que el Estado debe impartir y garantizar educación para la población mexicana, que sea obligatoria, universal, pública, gratuita y laica; además de democrática, nacional, inclusiva, intercultural, integral, equitativa, de excelencia y que contribuya a la mejor convivencia humana (SEP, 2023, p. 4).

Concluyo este texto retomando el mito de Hércules, todos pensaron que en esa tarea perecería, al final, con ayuda de su sobrino Yolao, lograron crear una estrategia que les permitió vencer a la Hidra: apoyados con fuego cauterizaban las cabezas que iban cortando y éstas dejaron de brotar, así pudieron vencerla.

Creamos en la función esperanzadora de la educación, identifiquemos los logros que vamos teniendo en ese tema, algún día lograremos vencer al monstruo del rezago educativo.